Primera mención de la ciudad de VALENTIA (TITO LIVIO)

IVNIVS BRVTVS COS. IN HISPANIA IIS QVI SVB VIRIATHO MILITAVERANT AGROS ET OPPIDVM DEDIT, QVOD VOCATVM EST VALENTIA





La Saga de los Antonio de Valentia

Bienvenid@s a la antigua Hispania romana...

Querid@ amig@, te invito a un viaje muy especial, una ventana que te permitirá ver nuestro pasado y conocer las costumbres y vidas de nuestros ancestros, tan sólo dos mil cien años atrás, cuando esa bella dama llamada València nacía en la isla fluvial del curso bajo del Turivs de la mano de las palas, el sudor y la ilusión de poco más de dos mil veteranos licenciados de las legendarias legiones de Roma.

VALENTIA, DEVOTIO y PRINCEPS contienen entre sus páginas muchos de los momentos más apasionantes y dramáticos que vivió la joven Perla del Turia desde sus primeros años de vida allá por el siglo I a.C. hasta la gran persecución de principios del siglo IV d.C.


En VALENTIA conocerás a dos hombres atrevidos y extraordinarios, Quinto Sertorio y Pompeyo el Grande, ambos decididos a dirimir sus irreconciliables diferencias en tierras valencianas inmersos en la cruenta Guerra Civil que sacudió a la vieja República.

En DEVOTIO podrás leer dos historias paralelas: la primera de ellas la protagoniza un peligroso triángulo formado por Publio Daciano, el gobernador de la Tarraconense, Eutiquio de Osca, un diácono indomable, y Tito Antonio, un magistrado veterano que se ve atrapado en medio de la gran persecución de los cristianos. La segunda historia nos lleva 20 años después de VALENTIA, cuando el único hijo de Cayo Antonio, Lucio, decide lavar el honor familiar yendo a luchar contra un usurpador que pretende dominar la República: Cayo Julio César.


En PRINCEPS Lucio Naso seguirá a uno de los grandes hombres que protagonizaron el fin de la república, Sexto Pompeyo, conociendo en paralelo las carreras desaforadas hacia el poder de Marco Antonio y Gayo Octavio Turino, quien con el tiempo y astucia acabaría siendo conocido como Augusto, el princeps...

Si siempre has querido saber más sobre la Historia antigua de València, si no te has conformado con la poca y dispersa información que hay sobre ella y crees que hay muchas más cosas interesantes y curiosas que saber de nuestros orígenes esperando a ser descubiertas, acertarás leyendo las epopeyas de Cayo Antonio Naso y su hijo Lucio, ciudadanos de VALENTIA.

PLVRIMAM SALVTEM OMNIBVS!


Gabriel Castelló

El Puig (València)

lunes, 17 de diciembre de 2012

Pulpo a la rodia

 
 
 
Como "gustatio" o como plato principal, este guiso es ideal para una cena frugal y sabrosa. El pulpo quizá sea el animal marino que más sabor desprende al cocinarlo.



 
Pulpo a la rodia
(para tres triclinios)

 
¿Qué ingredientes necesito?

  • Cuatro o cinco patas de pulpo, depende tamaño.
  • 100 grms de gambas pequeñas
  • Una cebolla
  • Un tallo de puerro
  • Una zanahoria
  • Un cuarto de col lombarda
  • Dos tallos de apio verde
  • Salsa thai, salsa de soja, aceto balsámico y aceite de oliva virgen
  • Hoja de coriandro seco o perejil
  • Comino, cilantro, cardamomo y pimienta
  • Oporto o Marsala blanco
 
¿Cómo lo preparo?


 Si vives cerca del mar, llena un par de garrafas con agua marina y úsala para cocer las gambas y el pulpo. También puedes utilizar producto cocido ya envasado, pierde sabor pero menos tiempo necesitarás. Ojo, el agua del Mediterráneo es ligeramente más salada que la del Ócéano, por lo que no será necesario añadir sal al guiso.

Una vez tengas las gambas peladas y las patas del pulpo cortadas en tacos del grosor de las ventosas, prepara en paralelo un wok con aceite caliente donde pochar la cebolla y el puerro cortado muy fino. Cuando tome color añade el comino, el cardamomo, el cilantro y la pimienta, todo bien molido, la salsa thai, la salsa de soja, un chorrito de aceto balsámico y medio vaso de Oporto o Marsala blanco. Mezcla y añade la zanahoria, la col lombarda y el apio, todo cortado en tiras.  

Cuando la verdura esté amalgamada con las especias y los líquidos, echa las gambas y el pulpo y espolvorea con el coriandro o perejil picado. Mézclalo todo y deja que se cueza a fuego lento hasta que quede seco.

Si lo acompañas con batsmati y lo sirves con cebolla frita desmenuzada por encima, te saldrá un plato muy vistoso y sabroso.


¿Con qué néctar lo acompaño?


Un blanco griego Tsantali de sabor resinoso o un tinto italiano tipo Chanti o Abruzzo pueden ser buenos compañeros de viaje para este pulpo.

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domingo, 16 de diciembre de 2012

Ensalada Fenicia



 Aquí tenemos una ensalada ideal para acompañar cualquier pieza de pescado o pollo a la plancha. La he bautizado como fenicia por el predominio púrpura de sus ingredientes, aderezados con feta griego y salazones.



Ensalada Fenicia
(Para dos triclinios)


¿Qué ingredientes necesito?

  • Media achicoria
  • Media lechuga hoja de roble
  • Un cuarto de col lombarda
  • Media cebolla roja
  • Media granada
  • Olivas negras
  • Queso feta
  • Mojama en lonchas
  • Rábanos
  • Albahaca seca
  • Pimienta molida
  • Aceite de oliva virgen, glassa de aceto balsámico y/o PX y sal.

¿Cómo lo preparo?
 

 Corta la achicoria, la lechuga y la col lombarda y lávala bien. Coloca en una fuente o plato ancho de barro. Corta la cebolla a la juliana y los rábanos en cuatro piezas sobre la cama de lechugas. Pela la granada y desmenúzala. Reparte la granada, las olivas negras, el queso feta en dados y la mojama en tiras. Espolvorea con la albahaca, salpimenta, aliña el vinagre con moderación y el aceite con generosidad y sirve.

 Se puede comprar achicoria en algunas grandes superficies. Si la achicoria te armarga mucho la mezcla, échale más pepitas de granada para equilibrar el sabor. Si no la consigues, puedes usar solo hoja de roble y/o preparados en bolsa que lleven achicoria. El feta ya aparece en La Iliada, siendo el queso mediterráneo antiguo por excelencia. La firma griega Apetina se puede conseguir en varias cadenas de alimentación. Se puede utilizar ya cortado en dados en aceite o hacértelo tú en casa (yo compro el feta en tableta, lo corto en daditos y lo meto en un tarro con aceite, orégano, pebrella y pimienta roja durante unos días)

 
¿Con qué néctar la acompaño?
 

 Siendo complemento de un pollo o pescado a la plancha, apetece un vino blanco estilo riesling (Salvador Poveda, D.O. Alicante) o un Hoya de Cadenas Chardonay (D.O. Valencia) o un rosado Terreta Rosé (D.O. Alicante)

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viernes, 14 de diciembre de 2012

Minutal Edetano




 Este es un estofado de ternera muy sabroso que da para comer dos días. Bien calentito y con un buen tinto da energías en estos días tan fríos.




Minutal Edetano
(para tres triclinios)

 
¿Qué ingredientes necesito?

  • 500 grm de ternera para estofado
  • Dos carlotas grandes
  • Cuatro troncos de apio verde
  • Una cebolla grande
  • Tres dientes de ajo
  • Un puerro
  • Una bandeja de champiñones portobello
  • Salsa de soja, salsa thai, aceto balsámico y aceite de oliva virgen
  • Vino tinto joven o moscatel rojo
  • Hoja de coriandro seca, pebrella*, comino y pimienta negra molida
  • Pimentón**
  • Castañas e higos secos

* La pebrella es una variedad del tomillo endémica del sur de Valencia y norte de Alicante. Sustituir por tomillo.
** Los capsicum, chilis, pimientos, guindillas, etc. que comemos hoy vienen de América, por lo que no sería adecuado incluirlo en un guiso clásico. Para ser muy purista puede excluirse de la receta sin que haya un gran cambio en el sabor.


¿Cómo lo preparo?


 En un wok con el aceite caliente pon los tacos de ternera salpimentados con la pebrella y la pimienta al gusto hasta dorar la carne por todas sus caras. Reserva.

 Sofríe en una olla los tres dientes de ajo picados, la cebolla cortada, el puerro en tiras y el apio verde, todo en trozos pequeños. Pon un poco de comino. Cuando esté pochado, añade una pizca de pimentón y dale vueltas. Añade después la salsa de soja, el aceto balsámico y dos vasos de moscatel tinto o tinto joven. Junta la carne con su jugo y el sofrito, remuévelo todo y cubre con agua, en doble de la cantidad de guiso que te haya salido.

 Cuando hierva, añádele las castañas peladas, los higos secos cortados en cuatro piezas, las cabezas de los champiñones portobello en partidos en cuatro piezas y las dos carlotas en rodajas. Espolvorea con el coriandro seco. Cuécelo a fuego lento durante dos horas (vigila que no se quede sin agua; añade más agua sin miedo si quieres dejarlo que vaya estofándose lentamente. Mejor estará) 

Si al probarlo te resulta picante, échale un poco de miel y lo reducirá. Si quieres un plato completo, acompaña el guiso con una tarrina de arroz basmati o salvaje. El conjunto sale delicioso.

 
¿Con qué néctar lo acompaño?

 
 La uva monastrell o garnacha, ambas autóctonas del Mediterráneo hispano, es la ideal para acompañar estos platos con sustancia: un Icono monastrell de La Font de la Figuera (D.O. Valencia), un Laudum de Elda (D.O. Alicante) o un Marmitón (D.O. Utiel-Requena) le darán brío y cuerpo al guiso.

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jueves, 13 de diciembre de 2012

Pato a la Contestana



 
Este es el primer plato de cocina romana que preparé y cuyo intenso sabor me dio alas para continuar investigando en la gastronomía antigua.

 La receta original está en el "De Re Coquinaria" de Apicio aunque, por sus ingredientes y estilo, me atrevería a decir que quizá fuera una receta importada, puede que de Carthago o de Egipto, incluso de la Hispania oriental (Valentia, Saguntum o Ilici) pues el dátil y el pato son propios de climas más cálidos que el de Roma y estas tres ciudades estaban rodeadas de humedales proclives a esta fauna.


 
Pato a la Contestana
(para cuatro triclinios)
 
 
¿Qué ingredientes necesito?


  • Dos patos troceados
  • Pimienta, cilantro/coriandro, menta seca, orégano, hinojo y comino
  • Piñones
  • Dátiles
  • Mostaza en grano
  • Salsa de soja y salsa thai
  • Aceite de oliva y aceto balsámico
  • Miel
  • Vino de Marsala y/o moscatel de Alejandría
 
¿Cómo lo preparo?


 Corta el magret y el muslo del pato en porciones, quitando la grasa y los huesos y cartílagos del pecho y el lomo. Coloca las porciones resultantes en una cacerola ancha y baja de barro. En paralelo, muele la pimienta negra (+/- diez granos), el hinojo (otras diez semillas), una pizca de comino, dos cucharaditas de orégano, dos más de menta seca, dos más de granos de cilantro/coriandro, 50 grm de piñones, 6/8 dátiles grandes y dos cucharadas de mostaza en grano. Al condimento resultante añádele seis cucharaditas de salsa de soja, seis más de salsa thai, dos cucharadas de aceite, dos cucharaditas de aceto balsámico, dos cucharaditas de miel y dos vasos de vino de Marsala y/o moscatel de Alejandría.

 Vierte la salsa mezclada sobre el pato y pon agua hasta cubrir apenas. Cuécelo a fuego lento y tapado, removiendo de vez en cuando, hasta que el agua se haya evaporado y la salsa esté espesa.

 Si te gusta el contraste del dulce, échale seis u ocho dátiles más al guiso; si eres de mojar pan, te comerás una barra entera solo con la salsa sobrante. Está deliciosa...

 
¿Con qué néctar lo acompaño?

 
 Este plato tan suculento pide vino tinto. El mejor compañero de viaje es el vino elaborado con la uva autóctona de la tierra, la bovale que ya se cultivaba en las tierras de Kelin (Caudete de las Fuentes) en el 75 a.C. Cualquier bobal de Utiel-Requena sería un perfecto maridaje (el Sybarus está exquisito, también el Solo de Aranleón y Ocho Cuerdas, todos 100% bobal)

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Presentación de Última Roma de León Arsenal en el L'Iber


 
 
El pasado martes tuve el placer y el honor de asistir a la presentación de la nueva novela de mi buen amigo León Arsenal, uno de los grandes con mayúsculas de la novela histórica española. Qué mejor lugar que el L'Iber, centro neurálgico de quienes leemos y escribimos obras de este género, para presentarla. Le acompañaron Alejandro Noguera y Antonio Penadés, compañero de editorial y buen amigo.
 



Alejandro Noguera, León Arsenal y Antonio Penadés
Alejandro abrió el acto describiéndonos el convulso siglo VI en Hispania, escenario de leyenda de esta novela, y Antonio nos habló del estilo tan peculiar "de frontera", según define el propio León, que nos obliga a todos los que nos gusta este género a no dejar de leer nada suyo. Después León nos comentó los entresijos de su nueva apuesta multimedia gracias a los códigos QR que poblan la novela. ¿Será una nueva forma de acceder a información adicional prescindiendo de las notas a pie de página o los espesos apéndices?
 Dentro de este abanico de contenidos vinculados, he tenido el honor y orgullo de participar abordando un breve resumen de las cuitas con que se encontró Leovigildo en su movido reinado: este es uno de los QR de ULTIMA ROMA:



 La sala de presentaciones del L'Iber estaba llena para la ocasión. Buenos amig@s y camaradas de cálamo y tinta acudieron al evento como Josep Asensi o Juan Miguel Aguilera tampoco se perdieron la ocasión.



 Suerte en este nuevo reto, amigo, y gracias por hacerme partícipe de él. Que los dioses siempre te sonrían...






miércoles, 12 de diciembre de 2012

Pez Espada a la Messanense



Esta receta la descubrimos mi mujer y yo comiendo en un precioso restaurante de Cefalú (la antigua Cephaloedium) de ruta por los paisajes de mi nueva novela y desde entonces la preparo con bastante frecuencia.
 
Aparecerá en uno de los pasajes ambientados en Messana (Mesina, Sicilia) de "El Hijo de Neptuno"

Mosaico de la Casa de Hyppolitus (Alcalá de Henares)

Pez Espada a la Messanense
(para tres triclinios)
 
 
¿Qué ingredientes necesito?

  • Tres rodajas de pez espada (vulgo "emperador")
  • Una cebolla grande
  • Un bulbo de hinojo (en su defecto, dos/tres tallos de apio blanco)
  • Tres dientes de ajo
  • Tres filetes de anchoa
  • Un tomate*
  • Alcaparras
  • Olivas negras sin hueso
  • Pimienta, comino y eneldo
  • Aceto balsámico, salsa de soja, salsa thai y vino blanco (semi-dulce)
  • Aceite de oliva virgen
*El tomate viene de América; obviamente, no es un ingrediente de la cocina greco-romana, pero da un sabor muy bueno a este sofrito. Para recrear una receta fiel a la cocina antigua hay que quitarlo o cambiarlo por otra verdura autóctona.


¿Cómo lo preparo?


 Pica el ajo y corta fina la cebolla y lo echas en el wok con aceite caliente. Pochas la cebolla y añades el tomate rallado (en los supermercados lo venden ya envasado en botecitos) y sofríes. Añade el hinojo, las alcaparras, las anchoas troceadas y las olivas negras en aros y adereza con las especias y las salsas, el aceto balsámico y el vino blanco. Déjalo cocer a fuego lento, removiendo de vez en cuando.

 Cuando la salsa ya está casi hecha, pon a calentar la plancha a fuego bravo, échale un chorrito de aceite y haz el pez espada vuelta y vuelta espolvoreándolo de eneldo hasta que se marque. Trocea y mezcla con la salsa messanense o sirve las piezas enteras en una fuente de barro y viértela por encima.

 El bulbo de hinojo no es popular en los supermercados de gran consumo; solo el super de El Corte Inglés lo tiene a veces en bandeja. En su defecto, se puede sustituir con apio blanco, pero no hay comparación con la receta original. El peculiar sabor del pez espada y el hinojo te hacen volver a Sicilia en cuanto entran en contacto con el paladar; si todavía no has podidio ir allí, este es un buen principio para comenzar un viaje gastronómico previo...


¿Con qué néctar lo acompaño?


 Un blanco del Etna es el ideal, pero es difícil de conseguir en Valencia. En su defecto, un moscatel tipo Casta Diva de Xàbea, Bahía de Dénia de Xaló o Marina Alta de Elda.

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martes, 11 de diciembre de 2012

Pollo de Lilybaeum



 Seguimos con mi cocina de inspiración bizantina describiendo otro guiso suculento y de sencilla preparación al que he bautizado como...
 
 "Pollo de Lilybaeum"



 
Pollo de Lilybaeum
Receta para tres triclinios:

 
¿Qué ingredientes necesito?

  • Dos pechugas de pollo enteras, tres si son pequeñas
  • Una cebolla roja, dos si son pequeñas
  • Dos puerros grandes y/o un manojo de ajos tiernos
  • 1/2 Berenjena
  • Sésamo
  • Pasas de Corinto
  • Curcuma, comino, cayena y cardamomo molidos
  • Hojas de cilantro/coriandro, mejor frescas que secas
  • Aceto balsámico, salsa thai, salsa de soja y vino de Marsala (o PX)
  • Aceite de oliva virgen
 
¿Cómo lo preparo?
 

 Pon en un cuenco la cebolla picada y/o troceada muy fina, el puerro en láminas y/o los ajos tiernos en pequeñas piezas y la media berenjena cortada en dados no muy grandes.

 Trocea las pechugas en tacos y dóralas en un wok con el aceite caliente. Echa curcuma hasta que los taquitos estén dorados y del color de la mostaza. Junta el pollo con la verdura troceada del cuenco y añade el comino, cardamomo y cayena al gusto. Después échale una cucharada de salsa de soja, otra de salsa thai, un chorrito de aceto balsámico y medio vaso de Marsala/PX a la mezcla, removiéndolo todo bien. Añade las pasas de Corinto (si te gusta el contraste entre el dulce y salado, con generosidad)

Esparce el coriandro seco y/o las hojas troceadas y déjalo cocer a fuego lento, removiéndolo de cuando en cuando. Espolvorea con sésamo antes de servir.

Opción completa: servir con una tarrina de arroces salvajes y/o basmati, complemento ideal para este guiso de toque oriental. 


¿Con qué néctar lo acompaño?

 Un Nero d'Avola siciliano o un tinto fragante dels Alforins (Les Alcusses de Moixent, Rafael Cambra de Ontinyent o Torre Vellisca de Fontanars)

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lunes, 10 de diciembre de 2012

Calamares al estilo cilicio


 
Con esta nueva sección comienzo una serie de entradas describiendo los guisos y viandas de inspiración clásica que suelo incluir en mis novelas, algunas adaptadas del "DE RE COQUINARIA" del maestro Apicio, otras de mi invención pensando en cómo habrían sido los platos de aquellos legendarios cocineros de Sybaris (cuyo gentilicio ha pasado a la Historia como símbolo de exquisitez culinaria, sibaritas)
 
Ante la falta de definición de mi estilo culinario, lo he bautizado como bizantino, pues todos los platos que iré presentando aunan los productos autóctonos del Mare Nostrum con las especias y sabores de Oriente.


Comenzaré con un guiso simple y sabroso, ideal para comer solo o con pan de pueblo...

 
Calamares al estilo cilicio 
(para 3 triclinios)

 
¿Qué me hace falta?
 
  • 500/600 Grms. de calamares pequeños (depende del saque de los comensales)
  • Una cebolla picada
  • Dos puerros cortados en láminas
  • Dos troncos de apio blanco en dados
  • Comino, cardamomo y cayena molida
  • Hoja de cilantro/coriandro, freso o seco (fresco mejor)
  • Piñones
  • Aceite de oliva virgen, aceto balsámico, salsa de soja y salsa de pescado thai (que juntas son lo más parecido al garum hoy en día) y vino blanco

 ¿Cómo los preparo?
 

 Se limpian los calamares, extrayendo la pinta, la boca y la bolsa de la tinta para que una vez guisados queden sonrosados y no oscurezcan la salsa. En un wok ancho poner aceite de oliva virgen a calentar, echar la cebolla picada y el puerro hasta pochar. Añadir el comino, cardamomo y cayena molidos y mezclarlo con la verdura. Añadir el apio, el vino y las salsas y, cuando esté todo mezclado y la cebolla y el puerro hayan tomado color, añadir los piñones y los calamares trozeados. Añadir el coriandro, removerlo y dejar a fuego lento al menos una hora, removíendolo de vez en cuando para que no se pegue la base.

 Este plato resulta ideal para el plato y el pan. Para paladares poco hechos al picante, poner poca cayena o sustituirla por un poco de pimienta molida.


¿Con qué néctar los acompaño?


 Un moscatel de Quíos o Samos bien frío, un Aitana blanco de Cocentaina o un Verdil de Daniel Belda (Fontanars, Valencia) serían buenos compañeros de viaje.


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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Nunca me aprendí la lista de los reyes godos



Así se llama esta obra divulgativa ingeniosa y amena con la que Javier Sanz, amigo, apasionado de la Historia y alma mater del portal www.historiasdelahistoria.com irrumpe en el mercado del ensayo. Muchas anécdotas maravillosas, grandes colaboraciones y mi humilde prólogo comprenden este libro imprescindible para todos aquellos que no nos quedamos en la superficie de las cosas y disdrutamos de los pequeños detalles que han conseguido transformar el mundo desde la antigua Grecia hasta nuestros días.

Esta es la portada del libro, obra del gran ilustrador Xurxo:


Este es el book trailer que ha hecho otro pedazo de artista llamado Chema Barragán:



Os dejo también el link a la página web de Javier para ver todos los detalles de este fascinante proyecto:


¡Suerte, magister!

jueves, 25 de octubre de 2012

Así fueron las Jornadas de Literatura Histórica de Valencia






 Grandes autores de novela histórica, excelente organización y un público de lujo conformaron los ingredientes que convirtieron esta iniciativa de HISLIBRIS y L'Iber en un auténtico éxito. En la sala de audiencias del L'Iber y en las siguientes cenas y comidas coincidimos Guillermo Galván, Mario Escobar, Javier Pellicer, Miguel Aceytuno, Yeyo Balbás, Isabel Barceló, Víctor San Juan, Javier Negrete, Sebastián Roa, Juan Miguel Aguilera, Antonio Cabanas, Luiz Zueco, mi inseparable camarada Josep Asensi y muchos otr@s autores más, que me perdonen quienes no figuren en esta lista, pues la edad comienza a pasarme factura...

De izquierda a derecha, Guillermo Galván, Víctor San Juan, un servidor, Miguel Aceytuno y Mario Escobar



Extracto directo de la insuperable crónica del evento realizada por Fuensanta:

[... ] La siguiente y última sesión, la mesa de Contemporánea, moderada por Gabriel Castelló con mucho gracejo, y atinadas preguntas, contando a su alrededor con Mario Escobar, Miguel Aceytuno, Víctor San Juan y Guillermo Galván.



Mario Escobar habló sobre la ingente cantidad de datos e información de la que disponemos para esta etapa histórica, lo cual limita mucho la parte ficcional, Y además, tiene el problema añadido de la enorme politización. Habló de los grandes novelistas históricos, llegando hasta Pérez Galdós y a Gore Vidal. Apuntó la idea de captar en sus novelas el espíritu español, siempre dividido en dos bandos, y primó que se hable del ciudadano de a pie, como protagonista cotidiano.

Miguel Aceytuno introdujo el tema de la novela histórica naval, citando a Luis Delgado como ejemplo y modelo de lo que se puede hacer con la historia contemporánea y el mar. Abundó también (este es un tema recurrente lo largo de las sesiones) en tratar de expresar la pasión y emoción con las novelas, manteniendo la coherencia narrativa, claro. Y valoró el lenguaje marinero, que crea un sabor especial a esas novelas.

Víctor San Juan también escritor de temas navales y contemporáneos, consideró que hay una cierta dificultad para llegar al público precisamente por el lenguaje naval, poco conocido, Habló de las distintas visiones de Trafalgar y de las novelas marineras escritas por no marinos, lo que crea problemas de verosimilitud.

Guillermo Galván, convino en que la abundancia de información restringía el campo de la imaginación, en las novelas de marco contemporáneo; habló de dos de sus novelas, en la que trata el tema de la guerra civil, la guerra de Argel y la OAS; también de otra novela en la que trata la muerte de Canovas y el ambiente previo al 98.

En general, concordaron todos en que no es muy conveniente usar a personajes excesivamente conocidos, sino presentarlos de forma indirecta, por medio de personajes de ficción. También se comentó mucho acerca de los tipos literarios del “bueno” y el “malo”, tema que suscitó bastantes intervenciones [...]


Para leer el resto del post: http://www.hislibris.com/i-jornadas-de-literatura-historica-de-hislibris-en-el-museo-l%E2%80%99iber-de-valencia/comment-page-1/#comment-86134



lunes, 15 de octubre de 2012

Una recomendación muy especial


 
El afamado autor de la trilogía de Escipión y "Los Asesinos del Emperador", Santiago Posteguillo, ha abierto un espacio donde recomienda buenas novelas. Es un gran honor y un prestigio enorme que haya incluido "Devotio, Los Enemigos de César" entre ellas, como también hizo con la magnífica "La loba de Al-Andalus" de nuestro común amigo Sebastián Roa.
 
PLVRIMAM SALVTEM!


 
No dejéis de visitar su website:
 
 
 
 

I Jornadas de Literatura Histórica de Valencia

 
 
 
Ya están aquí las I Jornadas de Literatura Histórica de Valencia...




En ellas colaboraré con la organización en la sesión del Sábado tarde como moderador de la Mesa de Novela Contemporánea junto a buenos camaradas de tinta y cálamo como Víctor San Juan, Miguel Aceytuno y Mario Escobar... ¡Os espero!



Link del evento en Facebook:
 


MARCO AURELIO, Una vida Contenida


 
 Mi amigo Fernando Genovés acaba de publicar un ameno ensayo sobre uno de los personajes de la antigua Roma que más admiración me causan, el emperador filósofo, Marco Aurelio, un hombre de origen hispano cuyas Meditaciones siguen siendo uno de los manuales inmortales para el buen gobierno. Lástima que nuestros gobernantes sean mayoritariamente de ciencias...
 
Este miércoles 17 de Octubre a las 19:30 en el L'Iber, el museo de los soldaditos de plomo, tendré el placer y el honor de acompañarle a la mesa y hablar un rato sobre este hombre extraordinario.
 
 
 
Link al evento en Facebook:
 

jueves, 27 de septiembre de 2012

Así fue la Liturgia Literaria en Bibliocafé


 
Esta tarde ha tenido lugar en Bibliocafé mi LITVRGIA LITERARIA, una charla en la que desmenuzo mis tácticas, técnicas y secretillos a la hora de crear y llevar a negro sobre blanco mis novelas. He hablado de la documentación que hay que manejar con soltura, de los escenarios, de como la recreación histórica te llena de ideas, de cómo confeccionar las personalidades de los personajes y su rol dentro del relato... y de muchas cosas más. Lo hemos pasado muy bien.


En plena disertación rodeado por Fernado, Josep, Toni y Alejandro
 
 Mi más sincero agradecimiento a Sebastián Roa y el resto de componentes de El Cuaderno Rojo por haberle brindado a este humilde y friky novelista que suscribe estas palabras un rato en el que compartir mis proyectos y procesos con buenos amig@s... PLVRIMAM SALVTEM OMNIBVS 
 
 
Centurión Josefo Ludovico Roderico Nuno,
Primus Pilus de la I Cohorte Auxiliar Bátava de la X Equestris... ¡Salve!
 

lunes, 24 de septiembre de 2012

Reseña de Devotio en Hislibris

 
 
Como bien sabe quien frecuenta Hislibris, cada día cambia la portada en relación con la última reseña publicada. Es un honor ver como hoy 24 de Septiembre aparezco yo en ella... Muchas gracias
 
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 1 de julio de 2012

Archienemigos de Roma: SIMÓN BAR KOBJA, el verdadero Mesías



Archienemigos de Roma:
Simón Bar Kobja, el verdadero Mesías

Nuestro archienemigo de hoy fue un hombre religioso y patriótico, una verdadera molestia para un Imperio cada vez más helenístico. Su obstinación y sedición provocó una de las represalias más sangrientas de la Historia, además ordenada por un personaje al que el paso del tiempo lo ha catalogado como más un filósofo que un militar.

 No se sabe con exactitud cuando nació Simón ben Kosba (שמעון בן כוסבא), también llamado ben Koziba (בן כוזיבא) en otras fuentes, quien acaudilló la gran rebelión de los judíos contra el Imperio Romano. Su nombre entró en la Historia cuando el Taná Raví Akiva ben Iosef, sabio rabínico y persona influyente del Sanedrín, le concedió el nombre de Bar Kokeba (del arameo “Hijo de una Estrella”, en referencia al versículo bíblico Números 24:17, “Descenderá una estrella de Iacob”) De esta manera, Akiva señaló a Ben Kosba como el auténtico Mesías que liberaría al pueblo judío de sus opresores.

Pero, ¿por qué el tal Akiva avivó una rebelión en toda regla contra las autoridades romanas? La explicación es sencilla: tras la toma de Jerusalén por las tropas del hijo del emperador Vespasiano, Tito, en el año 70, el delicado equilibrio entre gobierno romano y tradición judía que se había iniciado con Herodes se rompió. La ciudad fue ferozmente saqueada, el Templo incendiado y destruido y muchos de los elementos sagrados del culto judío acabaron exhibidas como botín del Flavio durante su Triunfo por las calles de Roma. A la humillación religiosa se unió el casi un centenar de millar entre muertos y esclavos que originó aquella rebelión de los sicarios. El Sanedrín no volvió a reunirse nunca más en Jerusalén, fue desplazado a Yavne y una legión, la X Fretensis, quedó como custodia de la provincia de Judea, con un pretor y no un prefecto como su máxima autoridad. En equivalencia a nuestros días, Roma aplicó en la zona una especie de ley marcial.

 Sesenta años después, el emperador Adriano decidió remodelar de nuevo la vieja ciudad, pero llamándola Aelia Capitolina (Aelia por su nombre, Publio Elio Adriano, Capitolina por el Gran Padre Júpiter) No contento con eso, en su línea de “civilizar” a los primitivos judíos, el emperador promulgó un decreto por el que prohibía expresamente la práctica de la circuncisión, así como el respeto del Sabbat y otras leyes religiosas. Hay que pensar que para un hombre tan “filo helénico” como fue Adriano, la circuncisión no era más que una aberrante mutilación. Nada sabían por entonces los médicos de estadísticas sobre el origen de las infecciones y su estrecha relación con la mortalidad infantil, verdadera razón por la que un prepucio limpio hacía llegar más niños a la madurez. Como último intento de llegar a un pacto, el Raví Akiva encabezó una delegación que se entrevistó con el pretor romano, Turno Rufo, pero éste desoyó la petición de los judíos. La chispa de la sedición estaba prendiendo con fuerza en la siempre díscola Judea...
 Según Dión Casio, la revuelta estalló cuando Turno Rufo decidió mover la VI Ferrata a la capital de Judea para asegurarse una tranquila refundación de Jerusalén como Aelia Capitolina. Corría el año 132 cuando Akiva, indignado por la provocación romana, convocó al Sanedrín y a los elegidos para ejecutar la ansiada rebelión. En aquella reunión secreta, el Raví y sus afines decidieron como levantar la provincia entera sin caer en los errores que Simón Bar Giora cometiese en la revuelta del 60. El nuevo Simón, el presunto Mesías, fue el elegido para ejecutar los planes del Sanedrín: alzó con éxito la ciudad y provincia contra Rufo, aniquilando de paso a la VI Ferrata y a la XXII Deiotariana que pretendía auxiliar al pretor desde su base en Egipto. En muy poco tiempo, Simón bar Kobja controlaba toda la Judea romana ejerciendo de caudillo militar apoyado sin condiciones por la facción más dura del sector religioso.

 La noticia de la rebelión llegó pronto a Antioquía, donde casualmente se encontraba el emperador Adriano. Incapaz de reaccionar con rapidez ante aquella inesperada sedición, necesitó cerca de dos años y medio para movilizar las doce legiones que llegaron desde todo Oriente, incluso desde el Danubio, y ponerlas bajo el mando de un hombre de gran reputación en asuntos militares, Sexto Julio Severo, hasta entonces gobernador de Britania. Mientras tanto, Simón bar Kobja fue proclamado oficialmente “Nasí”, Príncipe de Israel, gobernó como un soberano toda Judea, llegando a acuñar monedas con el lema “Era de la Redención de Israel”. Con la ayuda de su aliado Akiva como líder indiscutible del Sanedrín, quien había reanudado los sacrificios y oficios del judaísmo proscritos por el gobierno de Roma, según pasaban los meses se sentía más fuerte, además de convertirse en un imán para el resto de judíos diseminados por todo el Imperio que volvían a su tierra llamados por la ilusión de su mensaje libertador.

 Pero Roma nunca fue un enemigo cómodo, es más, Adriano heredó de su antecesor la mayor extensión territorial que tuvo el Imperio, por lo que no podía consentir que un sedicioso pueblo sometido desestabilizase la siempre insegura frontera oriental. Severo hizo enseña de su cognomen. Evitando siempre una batalla campal de incierto resultado, en el verano del 135 entraba a sangre y fuego en Jerusalén, con mayor crudeza y brutalidad que en el asalto de las tropas de Tito. El Raví Akiva fue apresado durante la contienda y conducido a Cesárea, base romana desde tiempos de Herodes, donde fue acusado de violar el decreto de Adriano que prohibía expresamente la enseñanza de la Torá. Los carceleros romanos en Oriente nunca se caracterizaron por su indulgencia: Akiva ben Iosef fue torturado con peines de hierro incandescentes que arrancaban la piel a tiras, llamados “uñas de gato”, hasta morir. Es uno de los diez mártires del judaísmo que se sigue venerando hoy en día.
El Incendio del Templo, en el asalto del 70

 Tras la caída de Jerusalén, el “Nasí” y sus más fieles huyeron a la fortaleza de Bethar (Beitar) Por órdenes directas de Adriano, Julio Severo les siguió, les rodeó y tomó Bethar al asalto sin ninguna piedad, propiciando la muerte de todos quienes allí resistían. Así lo recoge el Talmud. Además, tuvieron que pasar diecisiete años para que las autoridades romanas permitiesen enterrar los restos apilados de los rebeldes que quedaron allí como banquete para los buitres. Bar Kobja murió en Bethar, defendiendo su credo y país hasta su último aliento. Como tributo a su coraje, el primer presidente del moderno estado de Israel cambió su nombre auténtico, David Grüm, por David Ben Gurion en homenaje a uno de los aguerridos oficiales que acompañaron hasta la muerte a Simón bar Kobja. No todos los judíos secundaron aquella rebelión. Sus detractores, tanto judíos como “filo romanos”, le llamaron Simón bar Koceba (“el hijo de la mentira”), en burla a su mesiánica obstinación.
 Según Dión Casio, la revuelta de Simón bar Kojba se saldó con 580.000 judíos muertos, así como el asalto de cincuenta ciudades y 985 aldeas. Como hemos visto, en el otro bando tampoco fueron pocas las bajas. Cuando el emperador envió notificación al Senado de su victoria, excluyó la frase protocolaria “Yo y las legiones estamos bien” en consideración a las defenestradas X y XXII.  Además, no hubo triunfo por la gesta de Severo, siendo este el único caso conocido en el que un legado victorioso no reclamase su momento de gloria en las calles de Roma.
El emperador Adriano
 Para evitar nuevas tentaciones, Adriano ordenó la quema de los libros sagrados de los judíos en la colina del Templo, se prohibió la Torá y el calendario judío. En el solar del Templo se erigieron dos estatuas, una de Júpiter y otra suya. La provincia romana de Judea desapareció, integrándose en Syria Palaestina, nombre inspirado en los filisteos, enemigos seculares del pueblo judío. Como humillación final, se prohibió a todo judío entrar en Aelia Capitolina… ¿Quizá fue un hispano, Adriano, quien inició en aquel sangriento verano del 135 la diáspora de los judíos?





martes, 19 de junio de 2012

El diario Levante hace eco de DEVOTIO


Reportaje en el diario Levante-EMV publicado el Domingo 17 de Junio en su edición de La Ribera sobre la presentación de "Devotio, Los Enemigos de César" en la Ermita de Sant Llorenç de Cullera:



Archienemigos de Roma: SIMÓN BAR GIORA, el edomita rebelde


ARCHIENEMIGOS DE ROMA:

SIMÓN BAR GIORA, EL EDOMITA REBELDE


Nuestro archienemigo de hoy fue uno de los líderes judíos que se rebelaron contra Roma a finales del principado de Nerón, provocando el mayor desastre físico, humano y espiritual que sufrió Jerusalén en toda la Antigüedad clásica. Su obstinación y fe ciega en su Dios llevó al pueblo de Israel a uno de los episodios más sangrientos de su agitada Historia.

 En el año 66 de nuestra era, siendo por entonces emperador Nerón, Jerusalén, y toda Judea, se alzó contra Roma… Pero, ¿por qué una provincia hasta entonces anodina y tranquila osó desafiar al estado más poderoso de su época? Entendamos las causas: Judea entró en la órbita romana en una de las exitosas campañas de Pompeyo el Grande, en el 63 a.C. Tras la reordenación del Oriente romano, varios regentes títere al gusto de la República, estilo Herodes el Grande y su inoperante descendencia, gobernaron la provincia bajo la supervisión de un prefecto romano, dejando a los judíos un presunto autogobierno que mantuviese sus tradiciones, siempre y cuando se aportasen regularmente los tributos fijados para la provincia. Aquel tenso equilibrio entre tolerancia religiosa y aceptación política se truncó en la Pascua del año 66. Según nos ha dejado en sus crónicas Flavio Josefo, historiador judeo-romano partícipe en este relato, los motivos de la revuelta fueron la realización de un sacrificio a los dioses ante la Sinagoga de Cesárea, importante ciudad portuaria de Judea con numerosa población de origen griego, el latrocinio de diecisiete talentos de oro destinados al Templo por parte del procurador Gesio Floro y, quizá por ello, la decisión del mantenedor de éste, el hijo del Sumo Sacerdote llamado Eleazar ben Hanania, de no realizar ningún sacrificio más en él en honor al emperador.
Jerusalén en el siglo I
 Ante la inminencia del estallido de la revuelta, el timorato Herodes Antipas II y su esposa Berenice huyeron de Judea, buscando refugio en Siria, bien pertrechada con los efectivos que Gayo Cestio Galo, legado del emperador en dicha provincia, estaba reuniendo en la costa dispuesto a atajar la sublevación. Tras unos tempranos éxitos militares de Galo en el valle de Jezreel, se vio incapacitado para tomar Jerusalén con solo la XII Fulminata. Mientras se retiraba para afianzar posiciones, fue sorprendido por Eleazar ben Simón en Beth-Horon. La matanza fue importante, pues prácticamente Galo perdió todos sus efectivos, unos 6.000 hombres más su impedimenta, teniendo que huir ignominiosamente entre cerros y barrancos hasta llegar a Antioquía. Los dioses le privaron de rendir cuentas a Nerón por aquel desastre, pues murió en Siria muy poco después, siendo sustituido en el cargo por Gayo Licinio Muciano.

 Cuando las noticias de aquel descalabro llegaron a Roma, Nerón optó por encargarle el asunto a uno de sus más eficientes legados, Tito Flavio Vespasiano, el futuro emperador, quien aglutinó bajo su mando a los restos de la XII Fulminata más la V Macedonica, X Fretensis y la XV Apolinaris. Entre regulares y auxiliares, Vespasiano movilizó un montante de cerca de 60.000 hombres. Entrando en la provincia por el norte, pronto eliminó toda resistencia con semejante rodillo humano. Su avance arrollador forzó que dos hombres reñidos por asuntos internos judíos, Yohanan ben Levi, más conocido como Juan de Giscala, líder de los zelotes, y Simón bar Giora, líder de los sicarios, se replegaran hacia Jerusalén, confiando en resistir en su ciudad santa hasta el aliento final. Ambos eran unos auténticos fanáticos. Juan de Giscala encabezaba a los zelotes, enemigos acérrimos de todo lo extranjero y, por tanto, enemigos públicos del pretorio romano. Por su parte, Simón bar Giora lideraba a los sicarios junto a otros asesinos conjurados como Eleazar ben Jair, el posterior héroe de Masada, dispuestos a matar a todo judío que no se adhiriese voluntariamente a sur revuelta. Incluso el propio Talmud recoge como bloquearon los suministros de la ciudad para forzar a la población a sumarse a su revolución en vez de negociar la paz con los romanos.

 Lo que no podían imaginarse Simón bar Giora y los suyos era que el estallido de una guerra civil en Roma paralizaría la campaña de Vespasiano. Tras la muerte violenta de Nerón, se sucedieron disturbios importantes en la ciudad, llegando a ocupar brevemente la púrpura hombres oscuros y de pocos escrúpulos como Otón y Vitelio hasta que, en el 69, fue Vespasiano quien prevaleció entre todo aquel embrollo de intrigas e intereses. Por dicha causa, el nuevo emperador dejó a su hijo Tito en Judea a cargo de sofocar la revuelta. Una ardua tarea para un joven de veintinueve años…
Esquema del sitio de Jerusalén

 Ante la imposibilidad de tomar al asalto una ciudad tan grande y bien defendida, Tito optó por cercarla, colocando sus cuatro legiones alrededor de ella e impidiendo a los centenares de peregrinos circunstanciales que se encontraban allí durante la Pascua poder salir de la ciudad. Pensó que así habría más bocas intramuros que forzasen una rendición pactada. No salió así. El dios vengativo de los judíos no entendía de misericordia. Miles de personas murieron en Jerusalén víctima del hambre y las enfermedades, mientras Simón Bar Giora y los suyos mantenían a raya tanto a los romanos como a sus paisanos que asistían petrificados a cada represalia de los zelotes, llegando a echar desde los muros a toda persona que se mostrase propensa de llegar a un acuerdo con los romanos. El terror se apoderó de la ciudad. Mataban tanto los fanáticos como la inanición, como le sucedió al codicioso sumo sacerdote Ananías, proclive a pactar un armisticio en el que no peligrase su fortuna. Sacándole de su escondrijo, fue ajusticiado por los zelotes sin el mayor miramiento. Tito seguía esperando; la guarnición de Jerusalén rondaba las 25.000 personas, una parte bajo la autoridad del zelote Eleazar ben Simón ocupando la Torre Antonia, otra parte bajo el sicario Simón bar Giora y una tercera parte de corte idumeo bajo el control directo de Juan de Giscala. Todo intento de asalto pasaría siempre por tomar primero la Torre Antonia: era una fortaleza imponente, levantada por Herodes el Grande en honor de su benefactor, Marco Antonio, de ahí su nombre.  Mientras los judíos se descomponían en sus cuitas internas, Tito sacaba a sus cuatro legiones a formar ante los muros, atemorizando con su poderío a los centinelas.
Flavio Josefo
 Tratando de buscar una solución incruenta a la situación, el joven legado recurrió a los servicios de Yosef bar Mattityahu, quien adoptó posteriormente el nombre de Flavio Josefo en honor al nomen de sus protectores. Era éste un judío pro-romano, muy odiado por los elementos más radicales de la revuelta por su colaboración con Vespasiano tras la toma de Galilea, donde salvó su vida al predecirle que sería emperador. El caso es que Josefo entró como parlamentario en Jerusalén y les dijo a Simón bar Giora y Eleazar bar Simón:

«Que se salven ellos y el pueblo, que salven a su patria y al templo» (Guerra de los judíos V, 362); «Dios, que hace pasar el imperio de una nación a otra, está ahora con Italia» (Guerra V, 367); «Nuestro pueblo no ha recibido nunca el don de las armas, y para él hacer la guerra acarreará forzosamente ser vencido en ella» (Guerra V, 399); «¿Creéis que Dios permanece aún entre los suyos convertidos en perversos?»


El incendio del Templo de Salomón
 Un exaltado le disparó un flechazo como respuesta a su ofrecimiento de rendición, y tuvo que ser atendido de la herida de vuelta al campamento romano. Viendo lo inútil de tratar de llegar a un acuerdo con los judíos, y más después de un contrataque que por poco no le costó la vida a él mismo, Tito pasó a la acción. En el verano del 70 desplegó un asedio proactivo de tal magnitud que llegó a derrumbar la Torre Antonia mediante zapas. Simón bar Giora y sus acólitos defendieron como lobos calle a calle, palmo a palmo, en una lucha lenta y cruenta. Primero cayó la ciudadela y, poco después, el Templo fue engullido por las llamas a causa de un tizón que un legionario echó allí por casualidad. El incendio del Templo de Salomón supuso el punto sin retorno del asalto. Era un tórrido día de finales de Agosto, fecha todavía recordada amargamente por todos los judíos. Las llamas se propagaron a otras barriadas de la ciudad y las legiones tuvieron paso expedito para eliminar los focos de resistencia encabezados por Eleazar ben Simón, quien murió matando, y controlar toda la ciudad. Se considera el 7 de Septiembre como fecha en la que Jerusalén quedó completamente pacificada.

Detalle del Arco de Tito

 El Senado quiso otorgarle al joven Tito una corona por su victoria, pero éste la rechazó diciendo: "no hay mérito en derrotar un pueblo abandonado por su propio Dios". El resultado de la revuelta fue devastador. Según citó Josefo, cerca de 1.100.000 judíos murieron en los cuatro años de guerra, además de los  97.000 que acabaron como esclavos. Todos los elementos sagrados del judaísmo, como la Mesa de Salomón o el Candelabro de los Siete Brazos acabaron en el desfile triunfal del futuro emperador, comenzando una ruta legendaria cuya pista se perdió tras la conquista árabe de Hispania. No solo se exhibieron tesoros, Juan de Giscala y Simón bar Giora también desfilaron en el Triunfo; el primero murió en las mazmorras, mientras que su compañero de revuelta tuvo un final más rápido y sencillo. Al final del pasacalle, lo despeñaron desde la Roca Tarpeya, el lugar ancestral desde el que se ajusticiaba a los peores enemigos de Roma.