Primera mención de la ciudad de VALENTIA (TITO LIVIO)

IVNIVS BRVTVS COS. IN HISPANIA IIS QVI SVB VIRIATHO MILITAVERANT AGROS ET OPPIDVM DEDIT, QVOD VOCATVM EST VALENTIA





La Saga de los Antonio de Valentia

Bienvenid@s a la antigua Hispania romana...

Querid@ amig@, te invito a un viaje muy especial, una ventana que te permitirá ver nuestro pasado y conocer las costumbres y vidas de nuestros ancestros, tan sólo dos mil cien años atrás, cuando esa bella dama llamada València nacía en la isla fluvial del curso bajo del Turivs de la mano de las palas, el sudor y la ilusión de poco más de dos mil veteranos licenciados de las legendarias legiones de Roma.

VALENTIA, DEVOTIO y PRINCEPS contienen entre sus páginas muchos de los momentos más apasionantes y dramáticos que vivió la joven Perla del Turia desde sus primeros años de vida allá por el siglo I a.C. hasta la gran persecución de principios del siglo IV d.C.


En VALENTIA conocerás a dos hombres atrevidos y extraordinarios, Quinto Sertorio y Pompeyo el Grande, ambos decididos a dirimir sus irreconciliables diferencias en tierras valencianas inmersos en la cruenta Guerra Civil que sacudió a la vieja República.

En DEVOTIO podrás leer dos historias paralelas: la primera de ellas la protagoniza un peligroso triángulo formado por Publio Daciano, el gobernador de la Tarraconense, Eutiquio de Osca, un diácono indomable, y Tito Antonio, un magistrado veterano que se ve atrapado en medio de la gran persecución de los cristianos. La segunda historia nos lleva 20 años después de VALENTIA, cuando el único hijo de Cayo Antonio, Lucio, decide lavar el honor familiar yendo a luchar contra un usurpador que pretende dominar la República: Cayo Julio César.


En PRINCEPS Lucio Naso seguirá a uno de los grandes hombres que protagonizaron el fin de la república, Sexto Pompeyo, conociendo en paralelo las carreras desaforadas hacia el poder de Marco Antonio y Gayo Octavio Turino, quien con el tiempo y astucia acabaría siendo conocido como Augusto, el princeps...

Si siempre has querido saber más sobre la Historia antigua de València, si no te has conformado con la poca y dispersa información que hay sobre ella y crees que hay muchas más cosas interesantes y curiosas que saber de nuestros orígenes esperando a ser descubiertas, acertarás leyendo las epopeyas de Cayo Antonio Naso y su hijo Lucio, ciudadanos de VALENTIA.

PLVRIMAM SALVTEM OMNIBVS!


Gabriel Castelló

El Puig (València)

domingo, 25 de marzo de 2012

La Huella de Roma en Hispania: TARRACO


La huella de Roma en Hispania:

TARRACO

 Uno de los monumentos más emblemáticos y espectaculares de la antigua Tarragona es el Anfiteatro:

El anfiteatro
 Este recinto lúdico fue levantado en el siglo II d.C. sobre una antigua área funeraria, siendo reformado durante el siglo siguiente. Así era la ciudad en tiempos de los Antoninos:



 Se sabe que en el año 259, siguiendo las órdenes persecutorias del emperador Valeriano, fueron quemados en sus arenas el obispo de la ciudad, Fructuoso, y sus diáconos Augurio y Elogio.



 Tras la algarada germana del 260, Tarraco quedó muy perjudicada, y con ella sus edificios públicos como el anfiteatro, entrando en decadencia. A los muchos daños que produjo el asalto franco hay que sumar el severo cambio de costumbres que propició la entrada de la Iglesia en el mundo antiguo. En el siglo V, a causa de la prohibición expresa de muchas actividades consideradas paganas, comenzó su abandono, sirviendo sus piedras como cantera para la edificación de una basílica en su arena que conmemorase a los tres mártires tarraconenses inmolados en ella. Aún pueden verse los restos de dicha iglesia donde antes gladiadores luchaban entre el clamor del pueblo...

Cavea del Circo
 No sólo el anfitatro merece visita obligatoria; pues los restos del Circo y el Pretorio componen este fabuloso conjunto arqueológico. El Circo de Tarraco es de tiempos de Domiciano (s. I d.C.) y también fue abandonado en el siglo V a causa de la gran crisis ideológica, política y económica que sacudió el Imperio.

Museo Arqueológico de Tarragona

 Junto al Pretorio, una edificación medieval alzada sobre la muralla romana, está el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT). Sus salas son evocadoras, y grandes piezas se pueden saborear, pero es una lástima que ninguna publicación se venda allí; hay una coleción envidiable que nadie puede llevarse a casa en papel satinado... y menos ahora en estos abyectos tiempos del recorte discriminado.

 A falta de libros, esta es la website mejorable del museo,http://www.mnat.es/, un edificio de dos plantas que atesora joyas como esta gorgona que sirvió para la confección plástica de mi novela Valentia...


La Gorgona del MNAT
Siempre tengo un guiño para Tarraco en mis novelas:

 [...] El potente sol estival se reflejaba como láminas de pan de oro sobre las mansas aguas de la bahía de Tarraco. Abrazándolas se vislumbraban colinas repletas de feraces y ordenados huertos de oliveras, vides y frutales dispuestos en simetría en los campos colindantes a las fortificaciones imponentes de una ciudad que había sido antaño residencia temporal de personajes tan ilustres como Escipión el Africano o el divino princeps Octavio Augusto. Pero en aquel tiempo, durante los últimos años de gobierno de Diocleciano, el pasado glorioso de la próspera colonia de Tarraco, capital y primera gran ciudad de la República en Hispania, era justo eso, sólo pasado [...] 
DEVOTIO
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lunes, 19 de marzo de 2012

La Huella de Roma en la Comunitat Valenciana, L'Illeta dels Banyets


La huella de Roma en la Comunitat Valenciana

L'Illeta del Banyets (El Campello, Alacant)

 En el término municipal de El Campello, Alacant, se encuentra un fabuloso yacimiento arqueológico que contiene restos urbanísticos desde la Edad del Bronce, templos, tumbas, una cisterna, el trazado de un poblado de época ibérica y, sobre él, una villa romana imperial. Se sabe que el lugar fue habitado hasta época árabe. L'Illeta no fue en aquellos tiempos una isla, como reza su nombre, sino una península pero, por los efectos de la erosión, el itsmo que la unía con tierra firme desapareció durante la Edad Media, dejando este reducto floral y cultural separado de la costa hasta 1944. Es de mentar el jardín endémico que se puede visitar de camino al vivero-piscifactoría: raïm de pastor, lletugueta de saladar, ull de bou, saladella, sosa, fenoll marí entre otras especies autóctonas de los acantilados mediterráneos.


 Del trazado del poblado-factoría ibero quedan bastantes restos dignos de ver: dos templos al estilo Ilici, un almacén, un lagar y varias viviendas. De la villa romana se conservan las termas que se alzaron sobre él coincidiendo con el apogeo comercial del área Alonis / Lucentum tras las guerras civiles. Dos grandes viveros tallados en la roca evidencian la crianza de pescado; la existencia de restos de alfares frente a L'Illeta hace suponer que también se elaboraban otros productos como aceite y vino, y quizá garum.
Panorámica de L'Illeta dels Banyets
Este lugar es uno de los escenarios de mi nueva novela:

 "En menos de una hora llegamos frente a nuestro destino; ante nosotros se extendía una destartalado alfar situado en la entrada de una península elevada y rocosa, de rala vegetación y estrecho acceso, quizá abandonada hasta por las gaviotas. Unas construcciones de adobe tan antiguas como la Idubeda se levantaban en el centro de aquella lengua de piedra que se adentraba en el mar conformando un entramado en cuadrícula de callejuelas estrechas. Las olas batían sus orillas con inusitada violencia, alzando columnas de espuma tan blanca como la nieve y creando grutas por las que las aguas se remansaban. Un par de guerreros vestidos con túnicas blancas, pertrechados con soliferros y caetrae, montaban guardia en la parte más estrecha de la península, el único acceso por tierra a aquella vieja aldea factoría. Tras ellos había un murete de argamasa en cuyo centro destacaban dos esculturas bovinas que habían perdido su forma y su color originales expuestos a la corrosión de los temporales. Allí fue donde nos despedimos sin demasiados remilgos, pues mi camarada de evasión debía volver a Lucentum antes de la puesta de sol"

DEVOTIO, Los enemigos de César 

 Este vivero excavado en la propia roca en el que se criaban pescado se data de finales del siglo I a.C. o principios del siglo I d.C., por lo que es contemporáneo de mis nuevos relatos. Es curioso que en toda Hispania sólo haya viveros de este tipo desde Dianium a Lucentum, y más con la profusión con la que se eleboraba el famoso garum en toda la costa.


La piscifactoría romana
El lagar ibero

 Pese a su sencillez y discreto tamaño, las termas de L'Illeta son idénticas a las de la vecina Lucentum, con su frigidarium (sala fría) con una pequeña bañera, el tepidarium (sala templada) para los masajes y el caldarium (sala caliente) Las dos últimas eran caldeadas con un hipocausto que todavía puede verse.

Hipocaustum

Las termas romanas del siglo I d.C.
Labra del caldarium

L'Illeta dels Banyets es visita obligada para quienes amamos la vieja Hispania y el mar... 

Para más información turística sobre El Campello:


viernes, 16 de marzo de 2012

Archienemigos de Roma: INDÍBIL, EL INDOMABLE



INDÍBIL, mi último archienemigo en www.historiasdelahistoria.com


 ¿Quién fue realmente Indíbil? No se sabe con certeza quienes fueron sus padres, pero sí de dónde era. Según los historiadores romanos Indíbil era el régulo de los ilergetes, por lo que podríamos ubicar su nacimiento sobre el 258 a.C. en la ciudad de Ilerda o contornada (actual Lleida) Es Tito Livio quien habla de él como Indíbilis, mientras que el griego Polibio, el cronista de Escipión Emiliano, le llama Andóbales. Tanto los nombres Indi como Ando, así como el sufijo -beles, son claramente ibéricos, contingencia que cuestiona la teoría de un posible origen celta de este correoso individuo.

Guerrero ibero
¿Y quiénes eran los ilergetes? Era la etnia ibera que ocupaba buena parte de las actuales provincias de Lleida y Huesca. Los historiadores antiguos hablaron de una ciudad llamada Atanagrum como su capital, pero se desconoce aún su ubicación exacta. La gran ciudad de los ilergetes fue Ilerda, quizá la población ibera más importante al norte de Arse (Sagunto) Su posición estratégica entre el valle medio del Ebro y el mar, así como los recursos agrícolas y ganaderos del territorio, provocó que los dos grandes gallos que se alzaron en el Mare Internum codiciasen sus recursos.

 Aquí es donde entra Indíbil en la Historia. Muy poco sabemos de su apariencia y carácter, pues no hay descripciones ni físicas ni psicológicas del personaje, pero sí que sabemos como mudó de alianzas con cartagineses y romanos tratando de mantener al margen sus tierras de la sangrienta disputa que mantenían las dos potencias. Su búsqueda de un equilibrio beneficioso le hizo cambiar de lealtades según soplasen los vientos. Hoy consideraríamos deshonrosa una conducta así, pero para la sociedad ibera y celtibera del momento era completamente normal cambiar de parecer y bando a media contienda. Casos así, y peores, sucedieron pocos años después en la guerra de Viriato, el asedio numantino o durante la revuelta de Quinto Sertorio.

 El caso es que, quizá antes o a raíz de la toma de Sagunto, claro ejemplo de la pasividad del Senado de Roma ante un ataque a una ciudad aliada, Indíbil optó por apoyar a los púnicos. Su pacto con Cartago le obligó a ponerse bajo el mando de Hannón, el comandante púnico que Aníbal Barca dejó para controlar Hispania mientras él emprendía su legendaria campaña italiana. Lo que no calculó Indíbil fue que la guerra entre Roma y Cartago se extendiese tan pronto a Hispania, y menos que un experto militar, Gneo Cornelio Escipión, recién desembarcado en Emporion (Ampurias, Girona), le plantase batalla a Hannón al frente de sus dos legiones y le derrotase frente a Cissa, un lugar muy próximo a la actual Tarragona. El revés púnico fue considerable: seis mil muertos y dos mil capturados, incluidos el propio Hannón e Indíbil. Asdrúbal Barca, que llegó tarde a la batalla con sus refuerzos, no pudo más que hostigar a la flota romana y mantener el Ebro como límite natural entre ambas potencias.

P. Cornelio Escipión
La liberación de Indíbil supuso la entrega de tributos y rehenes ilergetes a Roma, siendo expulsados de buena parte de los territorios que hasta el momento regía. Al año siguiente reanudó sus operaciones pro-púnicas hostigando a varias tribus celtíberas afines a los intereses de Roma. Su renovada alianza con Asdrúbal le dio rienda suelta para expandir su poder entre otros régulos vecinos menos belicosos, y más tras la derrota y muerte de los dos Escipiones en Kastulo e Ilorci (alto Guadalquivir, Jaén)

La amistad cartaginesa no fue gratuita para el oligarca ilergete. Tuvo que entregar una buena cantidad de plata y a su propia esposa como rehén. Quizá cansado de la infinita codicia del Barca, o quizá atento al cambio de vientos que se estaba produciendo en Hispania, en el 209 a.C. Indíbil pactó con Publio Cornelio Escipión, hijo de uno de los Escipiones y nuevo legado enviado por el Senado de Roma para atajar el problema púnico. El romano aglutinaba bajo su mando a muchos iberos deslumbrados por su buena fortuna, algo que quizá decantase a Indíbil a cambiar de lealtades. La ayuda ilergete llegaría a cambio de la devolución de los rehenes que seguían en manos de Asdrúbal y la confirmación de su condición de rey vasallo de la República una vez Cartago fuese expulsada de Iberia.

 No se saben con certeza las causas, puede que los iberos viesen que Roma era un león vestido de cordero, o quizá los agentes bárcidas sobornasen a los régulos indígenas, pero el caso es que sólo un año mantuvo su nuevo pacto de fidelidad a Roma, pues en el 208 a.C. de nuevo Indíbil forma junto a los aliados iberos en las filas de Asdrúbal. La batalla de Baécula (quizá en Santo Tomé, Jaén) se saldó como la de Cissa para los intereses de Cartago. Asdrúbal consiguió huir, los púnicos fueron derrotados, otra vez Indíbil fue capturado y liberado a cambio de grandes tributos.

Indíbil y Mandonio
 A la tercera no fue la vencida. El año siguiente Indíbil secundó una nueva revuelta hispana contra Roma fomentada por el cartaginés Magón. Otro régulo ibero, Mandonio de los ausetanos, que quizá era su cuñado, también acudió a la batalla que se libró en el 206 a.C. y que supuso el afianzamiento definitivo de Roma en la península. Escipión y su fiel Gayo Lelio masacraron a 20.000 sublevados en un angosto valle indeterminado de la Sedetania. Indíbil y Mandonio consiguieron huir.

 La salida de P. Cornelio Escipión a África dio alas de nuevo a la terquedad del régulo ilergete. De nuevo se alzaron los descontentos contra Roma, y de nuevo fueron derrotados, pero el manto de Lug no le cubrió en aquella ocasión: Indíbil cayó en combate y Mandonio fue entregado a los romanos como parte de la rendición incondicional, muriendo ejecutado poco después.

La muerte de Indíbil en "Armas de la Antigua Iberia" de Fernando Quesada

Así falleció Indíbil según nos dejó Tito Livio:

 "Una vez que cayeron acribillados por los dardos los que peleaban en torno al rey, que se mantenía en pie medio muerto y después quedó clavado al suelo por una jabalina"

lunes, 5 de marzo de 2012

El Espíritu del Lince


Ya falta menos para la publicación de esta estupenda novela de Javier Pellicer ambientada en nuestra olvidada Edetania. Este es su argumento:


Portada de la novela
 EDETANIA, Siglo III antes de Cristo. La Primera Guerra Púnica, que enfrenta a cartagineses y romanos, tiñe de sangre las aguas del Mediterráneo. Mientras tanto, en Iberia, una sacerdotisa anuncia la llegada al mundo de un niño tocado por los Dioses Antepasados: Icorbeles, el Edetano. Años después, una Cartago derrotada volverá sus ansias conquistadoras hacia Iberia, e Icorbeles tendrá que abrazar su grandioso destino para defender a su patria, aunque eso suponga renunciar a su mejor amigo y a la mujer que ama, ambos cartagineses.

El espíritu del lince. Iberia contra Cartago, narra los sucesos que dieron origen a la Segunda Guerra Púnica. A través de los recuerdos de Icorbeles, el lector se adentrará en la cultura íbera y vivirá momentos legendarios: el asedio de Helike, la muerte del general cartaginés Amílcar Barca, la ascensión del mítico Aníbal, y la caída de Sagunto, tras la valiente defensa de sus habitantes. Fielmente documentada, la obra acerca una etapa convulsa de nuestra Historia Antigua, donde la que un día sería España tuvo que involucrarse en un conflicto que cambiaría para siempre su lugar en el mundo.


Blog de "El Espíritu del Lince" de Javier Pellicer
Mucha suerte amigo, pues la novela promete buenos momentos de aventura...