El vocablo "Kon treb ya" podría traducirse del íbero como "reunión de viviendas"; Hay varias Kontrebias censadas en la vieja Hispania, pero la que nos compete es la Kontrebia Belaisca, sita en el Cabezo de las Minas, a menos de 1 km de la actual Botorrita (Zaragoza)
Uno de mis personajes secundarios de Valentia, el suegro del protagonista, Caio Antonio, es oriundo de estas agrestes tierras:
- Gracias por tus cuidados, mi anónima anfitriona – le contesté después de darle un sorbo a aquel nauseabundo brebaje hirviente. El caso es que sí que hizo su efecto días después –
- Ya no podrás decirlo más. Me llamo Nunn. Soy la hija mayor de Kaukirino, de la tribu de los belos.
- ¿Belos? Esa tribu está a muchas mille passum de aquí…
- Exacto. Mi padre no es de estos parajes, nació hace casi cincuenta primaveras en la Kontrebia de los Belos, una pequeña ciudad en un cerro al sureste de Salduie. Mi madre, Aunia, ya está hace años entre los espíritus del bosque [...]
En este estado tan lamentable se encuentra el yacimiento de Contrebia Belaisca, la ciudad celtíbera e hispanorromana que menciono en la novela. El grado de abandono se aprecia hasta en las fotografías, pero es mucho más desolador llegar hasta allí a través de un sinuoso camino de tierra y no poder ni acceder a los paneles informativos... Lo más visible del recinto es esa techumbre de uralita que "proteje" el yacimiento de la erosión...
Este oppidum celtíbero estuvo en pleno auge desde el siglo V hasta mediados del I a.C. Hay datadas dos destrucciones, la primera durante las guerras celtíberas en tiempos del procónsul Tiberio Sempronio Graco y la segunda y definitiva durante la campaña entre Cayo Julio César y Lucio Afranio, legado de Pompeyo en Hispania, en plena Segunda Guerra Civil (49 a.C.)
Parece ser que la Contrebia de los belos fue escenario de algún enfrentamiento residual entre los dos bandos después de la batalla de Ilerda.
En este yacimiento se encontraron los famosos Bronces de Botorrita, cuatro planchas de bronce procedentes del tabularium de la ciudad, uno en latín y los otros tres escritos en celtíbero y, por ello, prácticamente indescifrables. Podrían ser un edicto de riego, un registro de impuestos... no se sabe con certeza. Para más info podéis ver este artículo:
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