Estamos en el año del señor del 138 a.C... ¡No! Mil perdones, la fecha es incorrecta...
Estamos en el DCXVI AB VRBE CONDITA, el año del consulado de DECIMVS IVNIVS BRVTVS GALLAICVS y PVBLIVS CORNELIVS SCIPIO NASICA. La guerra en Lusitania ha concluido y los veteranos itálicos bajo el mando del cónsul han llegado al final de su servicio. Ahora le corresponde a la República donarles tierras para que puedan establecerse en las provincias. La situación en Italia está muy complicada; Nunca regresarán a Campania y Apulia...
El cónsul, ataviado para la ocasión con su mejor y más inmaculada toga, preside el momento más delicado; El augur, con su explícita toga amarilla, ha examinado el hígado de un animal terrestre y otro aéreo. El auspicio ha sido positivo. Ahora deberá elegir el mejor lugar para ubicar el área sacra de la nueva ciudad
Los legionarios licenciados no vienen solos; Traen consigo a sus concubinas, esposas, esclavos y artesanos que habitualmente siguen a las legiones allá donde vayan. Este conjunto de gentes itálicas y lusitanas gestarán la primera generación de valentinos, los primeros ciudadanos de VALENTIA
El augur ya ha decidido el lugar; es una pequeña loma de apenas seis metros de alzada en el centro de una isla fluvial casi en la desembocadura del río Turius, un lugar conocido desde tiempos inmemoriales debido a que constituye el mejor vado natural del río dentro del trazado de la Vïa Heráclea.
Los cinco cálatos repletos de los restos del banquete fundacional están listos para ser enterrados del revés. Casi dos mil años después aparecerán bajo el Palau de Les Corts.
Gracias a tod@s los amig@s de la Asociación de Amigos del Museo de Historia Militar de Valencia por este acto tan original y simpático, en especial a Alejandro Mohorte que condujo la conferencia teatralizada de forma amena y didáctica.
PLVRIMAM SALVTEM OMNIBVS
VALENTIA VINCIT!
No hay comentarios:
Publicar un comentario