[...] Supuestamente, el rey galo trucó las pesas que medirían el pago del rescate, mil libras de oro (aproximadamente 327 Kg.) Alguno de los parlamentarios del Capitolio debió de percatarse de ello y recriminarle su trampa. Brenno, furioso, echó su espada a la balanza y le respondió con la famosa frase “Vae Victis!” (¡Ay de os vencidos!)
El Guardián de las palabras, por Blas Malo
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Bueno, bueno, bueno...
Qué mejor noticia para arreglar un poco este abandono del blog, que
anunciar la publicación de mi nueva novela, EL GUARDIÁN DE LAS PA...
Hace 5 años
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